Y la Luz se Hizo
Y aquí comienza la creación de este mundo natural.
Y en el primer día se hace la Luz del mundo. Y la Luz es
nuestro Señor Jesucristo.
Dios sabe que por nosotros mismos
no podemos salvarnos, y por eso vino la Luz a este mundo en su
Hijo Jesucristo.
Conociendo esta Verdad, muchos podrán
entender que es una gracia de Dios para con nosotros, el
concedernos esta vida aquí, para que con su ayuda pueda salvarse
todo aquel que elija vivir en su obediencia.
Muchos al ver
los males de este mundo, o tener una vida traumática, dolorosa
etcétera, niegan que Dios existe y se consideran ateos. Y sobre
todo cuando nace un hijo o hija con alguna incapacidad, algunos
se enfrentan a estos problemas negando incluso la existencia de
Dios, porque piensan que del Dios bueno no pueden nacer seres
con enfermedades o deficiencias.
Pues considerando según
habíamos creído que nuestra creación comienza cuando hemos
nacido aquí como seres humanos, y al mismo tiempo ver que nacen
niños con enfermedades y con cargas muy pesadas etcétera.
La
respuesta está en que fuimos creados en Edén como seres
espirituales en proceso de crecimiento espiritual,
Ahora
el Señor ha derramado de su bendita Luz para que podamos
entender y encontrar la respuesta a tantas cuestiones como esta.
Entendíamos que habíamos sido creados en el momento de
nacer aquí, pero la palabra de Dios en la Biblia nos trae la
Verdad y como hemos visto fuimos creados en el jardín de Edén,
siendo solo seres espirituales, y por nuestra desobediencia
expulsados de él, porque nada contaminado puede estar en la
presencia de Dios.
Y fue que Dios compadecido de nosotros nos
protegió preservándonos de la condenación eterna, y guardándonos
en lo que la escritura llama regiones inferiores a la tierra o
seol, que se compara como una cárcel porque estaban ahí nuestros
espíritus custodiados. A estos lugares también bajó nuestro
Señor Jesucristo en espíritu, conforme estamos viendo en este
libro.
En cambio aquí en la humanidad se manifestó
nuestro Señor Jesucristo, con naturaleza humana para ser en todo
semejante a los hombres, menos en el pecado. Y en este estado
nos ha traído la libertad para desde aquí llevarnos al Padre, a
la gloria eterna.
Entonces todas esas personas que se han
podido cuestionar por no conocer la verdad de nuestra auténtica
historia, ahora pueden comprender que cuantos males nos han
sobrevenido han sido responsabilidad nuestra, que libremente
habíamos aceptado el engaño. Y los males que sufrimos y sufre
esta humanidad, son la consecuencia.
Depende que cada uno
busque la Verdad y viva conforme a la voluntad de Dios. Nunca
Dios envía ni enviará males, sino que los males los hemos traído
nosotros por habernos contaminado con el mal. Y aquí cada uno ha
de decidirlo libremente. Rechazar el mal y vivir en el bien. Y
habrá quienes puedan salvarse y quienes no busquen la salvación.
Pero que grande ha sido y es la misericordia de Dios que
espera por nosotros desde aquel principio, siglos y siglos que
no podríamos nunca saber. Y es que la misericordia de Dios es
infinita.
Entonces esta verdad que revela este libro, trae
Luz, para que los que no han creído puedan creer. La verdad es
que cada uno trae en sí las consecuencias de su propio pecado en
aquel principio, y de todos los demás pecados que hemos cometido
después.
Es una gracia de Dios que ha iluminado esta parábola
de la Biblia, y tal como Jesús se las explicaba a los
discípulos, nos explica hoy lo que no habíamos entendido acerca
de nuestra historia.
Gracias a Dios.