Y la Luz se Hizo
Seol o Regiones Inferiores de la Tierra
La Primera Muerte
Subiendo
a lo alto llevó cautiva la cautividad y dio dones a los hombres.
Y eso de que subió ¿Qué es sino que también descendió primero a
las partes inferiores a la tierra?
El que descendió es el mismo que
también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.
(Efesios 4 8 10).
En el libro
de la creación en el Génesis quedaba una interrogante que titulé
el Vacío, porque desconocíamos donde estábamos nosotros cuando
fuimos arrojados de Edén por el pecado de desobediencia a Dios,
y hasta que vinimos aquí, como ya hemos dicho. Y es que hay para
nosotros una distancia en el tiempo, que no hemos podido
comprender.
Y por eso en
dicho libro tiene el título de El Vacío, porque hay una gran
diferencia de tiempo, desde que fuimos arrojados del Edén por
nuestra desobediencia, hasta que llegamos aquí, desde el
principio como humanidad, desde los primeros habitantes de la
tierra.
Y hay entre el hombre espiritual y el
hombre terrenal, entre uno y otro estado del hombre, un vacío en
el tiempo que escapa a nuestro entendimiento.
Quizás con
esta lectura, aún algunos puedan preguntarse. dónde estábamos,
desde que fuimos expulsados del jardín de Edén, hasta que
llegamos a este estado de humanidad.
Antes de
plantearnos respuestas, veamos lo que dice la Biblia que nos
responde dónde estábamos nosotros, desde el Edén, hasta que
hemos llegado a esta humanidad.
Este periodo
de tiempo lo llama la Biblia seol, que significa en hebreo zona
de oscuridad donde habitan los muertos, pero mas que una zona es
el estado en el que se encuentran en primer lugar todos los que
habíamos pecado en Edén, de donde fuimos expulsados y que fue la
primera muerte, y desde donde se puede venir, ascender, a esta
humanidad. Y está el Seol a donde caen todos los que después de
haber venido aquí no se salvaron. Es este el estado de mayor
oscuridad de donde no hay retorno y que la Biblia llama la
segunda muerte. Es el estado de los condenados.
Y aquí estamos por la gracia de Dios
para todos nosotros que habíamos perdido la Vida en Dios, que
por su compasión nos retuvo para que no cayéramos al abismo, al
seol de los condenados donde fue arrojado el demonio, al fondo
del abismo conforme dice en este libro, el tema titulado el seol
de los condenados, haciendo referencia a las citas bíblicas
incluidas en él.
Y todos los
que estamos aquí nos ha dado el Señor este estado de gracia,
esta creación desde hace siglos y siglos pues es infinita su
misericordia.
Recordemos
lo que Dios le preguntó a Job:
¿Dónde estabas tú cuando
fundaba Yo la tierra? Indícalo si sabes la verdad. (Job 38 4).
Y le sigue Dios diciendo a Job.
¡Quizás tú lo sabes,
puesto que entonces ya habías nacido, y es grande el número de
tus días! (Job 38 21).
Y Job no sabía y no pudo responderle.
Tampoco nosotros hemos podido entender, pero Dios le estaba
diciendo a Job que él estaba ahí cuando creaba la tierra. Mas
ahora podemos saber por la gracia de Dios, que la humanidad en
medio de tantas tribulaciones y desenfrenos, necesita más que
nunca de la Luz de la Verdad.
Y la
respuesta va a estar en lo que dice la Biblia acerca de ello,
que el Señor me ha hecho ver, para que esto sea conocido por sus
hijos, porque la humanidad no ha comprendido su situación, y el
porqué de tantos problemas, tantos conflictos, tantas
desigualdades etcétera.
Igual que hemos comentado en el tema
anterior, a muchos les parece contradictorio que mientras se les
hable acerca de la bondad de Dios, de su misericordia, de su
poder infinito, pues en cambio ven como incluso nacen niños con
incapacidades y deformaciones, con daños cerebrales etcétera.
Y por tal motivo se plantean que
siendo Dios Amor, todopoderoso y perfecto puedan nacer aquí
seres así, y por ello muchos se cuestionan hasta la existencia
de Dios, y se consideran ateos porque no entienden que de Dios
creador pueda salir algo imperfecto.
Después de algunos años de haber
publicado el libro la “Verdad de la Creación en el Génesis”, el
Señor me ha llevado a ver algunos versículos de la Biblia, que
hablan de ese tiempo desconocido para nosotros, hasta que hemos
venido aquí.
Y ahora podemos entender y comprender
más aún la grandeza, el poder, la misericordia de Dios para
todos nosotros, conociendo que fuimos creados en el jardín de
Edén, y no cuando llegamos a esta naturaleza humana, lo que nos
hace comprender más aún la infinita misericordia de Dios por
nosotros.
Todo esto nos ha dado el Señor por el
don de su Espíritu Santo para entender las Escrituras. E igual
que Jesús resucitado abrió a los discípulos sus inteligencias
para que entendieran las Escrituras, también me ha hecho
entender lo que aquí les digo.
(Lucas. 24 45).
Así que si en el libro la “Verdad de
la Creación en el Génesis”, hay un tema titulado “El Vacío” del
que nada conocíamos, ahora sí podemos conocer y dar gracias a
Dios, porque nos ha traído hasta aquí.
Por ello
incluyo estos versículos a los que el Señor me ha llevado, para
que por medio de los textos bíblicos mencionados en este tema,
comprendamos juntos nuestro recorrido desde que salimos del Edén
hasta que hemos llegado aquí.
La Biblia habla del seol, que es el
estado en el que están los espíritus caídos en el pecado desde
el Edén. Allí también estuvimos nosotros, toda la humanidad
antes de ascender hasta aquí.
Veamos lo
que dice el proverbio respecto a este seol que en otras partes
de la Biblia también se le designa como “regiones inferiores de
la tierra”, o simplemente debajo de la tierra, a las que bajó
nuestro Señor Jesucristo, según dicen los versículos de la
Biblia que veremos aquí.
Seol y perdición están ante Yahvéh:
¡cuánto más los corazones de los hombres! (Proverbios 15 11).
Aquí se expresa una diferencia entre el seol y la condenación,
lo que nos hace distinguir que se está refiriendo al seol de
donde se puede salir y del que hemos venido también nosotros.
Que este seol no es el seol de los condenados, que hemos llamado
infierno. Y además distingue los corazones que hace referencia a
la humanidad, pues el hombre necesita también el corazón para
vivir aquí. Hay una distinción entre condenación, seol, y
humanidad. Este seol no es un estado de condenación, sino de
purificación.
Tampoco es
un lugar físico como en nuestra naturaleza donde sí existe la
materia, y en donde Jesucristo vino también con naturaleza
humana, sino que es el estado de los espíritus caídos en el
pecado antes de llegar a esta humanidad, que como veremos en los
versículos que hablan de ello, están como encarcelados.
Todo está bajo la mirada y dominio de
Dios. El estado en el que se encuentran estos espíritus,
simbólicamente debajo de la tierra, porque todo está bajo el
control de Dios, por ser un estado de purificación hasta llegar
a la humanidad, en donde hemos de seguir purificándonos.
Ya hemos
visto nuestra creación como seres espirituales en el jardín de
Edén, y que después de pasar por el “seol” y por esta humanidad,
llegará la culminación de esta obra maravillosa con la Nueva
Jerusalén, en la que Jesucristo nos espera como así le dijo
estando en la cruz al ladrón crucificado a su derecha:
en verdad
te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso (Lucas 23 43). Y
desde la Nueva Jerusalén nos llevará a todos los salvados a la
Jerusalén Eterna.
Estamos aún en nuestra naturaleza
humana,
Hasta
el último libro de la Biblia, el Apocalipsis, nombra las
regiones inferiores a la tierra que es sinónimo de seol.
Pero nadie era capaz, ni en el cielo
ni en la tierra ni bajo la tierra, de abrir el libro ni de
leerlo. (Apocalipsis 5 3)...
Y sigue diciendo ahí en Apocalipsis
que solo el Cordero fue digno de abrir el libro con los siete
sellos. Este es el estado al que Cristo bajó, y que nosotros
desconocemos. Que no es el infierno pues también dice la Biblia
nada hay en común entre la luz y la oscuridad. Dios es Luz y el
infierno oscuridad.
En el infierno no está ni estará el
Señor. Este primer seol o las regiones inferiores a la tierra,
se refiere a estados de purificación de los espíritus caídos en
el pecado desde el principio, pero no de los condenados.
La Biblia sigue diciendo respecto a
ese estado, en el que hemos vivido y que desconocemos, que a
cada uno de nosotros le ha sido concedido el favor divino a la
medida de los dones de Cristo. Por eso dice la carta a los
Efesios que subiendo a la altura, llevó cautivos y dio dones a
los hombres.
¿Qué
quiere decir “subió” sino que también bajó a las regiones
inferiores de la tierra?